La Involución genética del Ser Humano.
Recientemente ha aparecido un estudio (http://www.cbsnews.com/8301-205_162-57548994/study-claims-humans-are-becoming-less-intelligent/) que plantea que el Ser Humano está involucionando en vez de evolucionar, es decir, que estamos retrocediendo en nuestras habilidades y capacidades en vez de evolucionar y ser cada vez mejores. En principio el titular puede ser tomado un poco a broma, pero si hacemos un análisis pormenorizado de lo que está ocurriendo en el mundo, y los datos que presenta el estudio, nos daremos cuenta de que algo hay.
Pero para empezar deberíamos plantearnos ¿qué es la inteligencia?:
"La inteligencia (del latín intellegentia) es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española la define como la "capacidad para entender y comprender" y como la "capacidad para resolver problemas". La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o la capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla" (http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia).
Resumiendo el tema, para hacernos una idea de lo que estamos hablando, según el estudio que comentamos el peso y el volumen de nuestro cerebro habría disminuido en los últimos 3.000 años tanto que en comparación con el de un Cromagnon, éste sería más apto para sobrevivir con su inteligencia a situaciones de peligro que nosotros. De hecho, según estudios anatómicos, nuestro cerebro, comparado con el de ellos, es un 10% menor en peso. Aunque para nuestra tranquilidad, parece que dado el nivel de degradación por mutaciones en nuestro a.d.n., se da una ventana de margen de máximo 1.000 años antes de que hayamos perdido la capacidad para realizar operaciones matemáticas simples o entender textos de dificultad media.
El estudio en cuestión, publicado en Noviembre de 2012 en la revista "Trens in Genetic", por el investigador de la Universidad de Stanford Gerald Crabtree, plantea éstas cuestiones haciendo un análisis histórico.
Haciendo un pequeño resumen del artículo "los primeros humanos que salieron de África sobrevivían gracias a sus habilidades espaciales, como crear rápido un refugio o ensartar con una lanza un dientes de sable. En la actualidad casi todo el mundo puede realizar labores simples como lavar platos o segar, y podemos dar gracias a nuestros ancestros y a la selección natural por estas habilidades. Por contra, el que podamos jugar al ajedrez o componer poesía es un efecto colateral de la evolución.
Pero después de la expansión de la agricultura, que empezaramos a vivir en comunidades agrículas, la necesidad de mantener estos genes en actividad plena disminuyó.
De acuerdo con este nuevo estudio, los hombres podrían estar perdiendo inteligencia gradualmente.
El estudio, argumenta que perdimos la presión evolutiva de ser inteligentes cuando nos asentamos en densas comunidades agrícolas hace miles de años.
De todas formas, entre 2.000 y 5.000 genes determinan la inteligencia humana, y tales genes son susceptibles a cambios dañinos o mutaciones, nos recuerdan los investigadores.
La hipótesis parece entrar en colisión con la realidad, ya que por todo el mundo el promedio de coeficiente intelectual se ha incrementado exponencialmente, lo que se conoce como Efecto Flynn, pero este salto puede deberse a un mejor cuidado prenatal, de nutrición y reducción de contacto del cerebro con sustancias peligrosas."
Hasta ahí el artículo, pero sin duda lo que sabemos de la inteligencia práctica es que tiene un alto porcentaje de transmisión genética, por lo tanto según el principio básico de la Evolución Natural las personas más inteligentes deberían tener más fácil el transmitir su herencia genética a su descendencia en comparación con los menos inteligentes o los menos formados, ya que éstos serían menos atractivos para los miembros de la especie del otro sexo; pero he aquí que actualmente éste principio se ve alterado por una cuestión fundamental: en las sociedades modernas las personas más inteligentes, más desarrolladas, las mejor formadas son las que tienen menos hijos y los tienen más tarde en comparación con los menos formados y preparados, que tienen muchos más hijos y empiezan antes a tenerlos. Por lo tanto parece lógico que si la inteligencia se desarrolla y alcanza niveles óptimos y avanzados gracias al conocimiento, a la formación y a la experiencia y además tiene un alto grado de transmisión genética, es lógico, digo, que se esté produciendo un declive o involución (como sostiene en autor del estudio de referencia) en el nivel de inteligencia transmitido genéticamente.
Sin duda ésto afecta de diferentes maneras a nuestra especie, por un lado al individuo que le costará más trabajo adaptarse a nuevos ámbitos sociales y culturales, debido a que cada vez entrena menos esas relaciones interpersonales y por otro lado afectará a la sociedad en su conjunto, al crear grupos sociales cada vez más cerrados y aislados, más impermeables. La habilidad social se está perdiendo, entre otras, y nos convierte en siervos del grupo social más cercano y pequeño, donde nos desarrollamos de formas más cómoda y segura, parecemos más protegidos. Como los antiguos Seres Humanos cada vez más nos vamos relacionando en grupos cerrados (en las propias ciudades los jóvenes forman sus propios grupos cerrados, con sus propias leyes y normas) y nos vinculamos sólo con los que tenemos algún lazo de unión como la proximidad geográfica, el idioma, la religión o la cultura.
Como colofón cabe recordar que actualmente los jóvenes se relacionan más a través de las redes sociales operando a través de las nuevas tecnologías, están perdiendo habilidades sociales sustituyéndolas por vínculos virtuales donde no tenemos necesidad de representarnos a nosotros mismos sino tan sólo a una parte de nosotros, podemos aparentar ser quienes no somos o hacer lo que no hacemos. La sociedad en su conjunto y dentro de ella los individuos, sobre todo los jóvenes, muchos de ellos sin formación o con formación inacabada (al menos en España) parece que están cayendo en un pozo oscuro de soledad, enfrentamiento e individualismo, sin referentes sociales o culturales donde mirarse, sin futuro y sin anhelos y lo peor de todo: sin hacerse preguntas. Me temo que volvemos a las cavernas...
Sin duda ésto afecta de diferentes maneras a nuestra especie, por un lado al individuo que le costará más trabajo adaptarse a nuevos ámbitos sociales y culturales, debido a que cada vez entrena menos esas relaciones interpersonales y por otro lado afectará a la sociedad en su conjunto, al crear grupos sociales cada vez más cerrados y aislados, más impermeables. La habilidad social se está perdiendo, entre otras, y nos convierte en siervos del grupo social más cercano y pequeño, donde nos desarrollamos de formas más cómoda y segura, parecemos más protegidos. Como los antiguos Seres Humanos cada vez más nos vamos relacionando en grupos cerrados (en las propias ciudades los jóvenes forman sus propios grupos cerrados, con sus propias leyes y normas) y nos vinculamos sólo con los que tenemos algún lazo de unión como la proximidad geográfica, el idioma, la religión o la cultura.
Como colofón cabe recordar que actualmente los jóvenes se relacionan más a través de las redes sociales operando a través de las nuevas tecnologías, están perdiendo habilidades sociales sustituyéndolas por vínculos virtuales donde no tenemos necesidad de representarnos a nosotros mismos sino tan sólo a una parte de nosotros, podemos aparentar ser quienes no somos o hacer lo que no hacemos. La sociedad en su conjunto y dentro de ella los individuos, sobre todo los jóvenes, muchos de ellos sin formación o con formación inacabada (al menos en España) parece que están cayendo en un pozo oscuro de soledad, enfrentamiento e individualismo, sin referentes sociales o culturales donde mirarse, sin futuro y sin anhelos y lo peor de todo: sin hacerse preguntas. Me temo que volvemos a las cavernas...
Comentarios
y de hecho, se afirma que el tamaño de nosotros, en realidad si afecta el tamaño de nuestro cerebro, por lo que de hecho, se tiene estudios que en cierta medida demuestran que el cerebro de los hombres es mayor en tamaño al de las mujeres, y esto no quiere decir que las mujeres seamos menos inteligentes, sino que se refiere, a la diferencia o al dimorfismo sexual en el tamaño, y como en promedio las "mujeres" solemos ser más pequeñas de los hombres, nuestro cerebro en proporción a nuestro cuerpo es del tamaño adecuado.