POR TI VIVO

                        Lo vieron llegar como un estruendo, como un bramido entre las nubes negras, una masa informe que se abalanzó sobre sus cabezas. Probablemente el último segundo fue el más breve, no llegó ni a un suspiro. Después sólo quedó el humo gris, el eco de un instante eterno.                 Si hay una imagen que se queda en la retina, que nos hace imaginarnos como pudo ser aquel instante, es el de una de las estatuas de ceniza que nos ha legado el tiempo, de aquellos que encontraron la muerte esa mañana. Cuando la encontraron los arqueólogos la vinieron a denominar: ”los amantes”; en ella podemos recrear el postrero abrazo de una pareja que ante la inminente llegada del ocaso se abrazaron como tal vez nunca lo habían hecho, con la fuerza de un infierno, con el miedo atenazándoles, encogiéndoles el alma, tan fuerte fue el abrazo que cientos de años después volvieron a resurgir, cual ave Fénix, en aquella posición sin fin.                 Es difícil imagina

 Hace un tiempo vi en la televisión un programa de "Redes", me encanta la simplicidad de Eduardo Punset haciendo las entrevistas, esa proximidad al entrevistado y a la vez al televidente, muchas veces me quedo boquiabierto descubriendo paso a paso los entresijos del tema en cuestión, por lo menos a mi me provoca esa reacción, tal vez porque me gusta la ciencia, tal vez porque me gusta la psicología y a veces porque aborda los 2 temas a la vez.  El programa del que os hablo trató uno de éstos temas a la vez científico y a la vez psicológico: "El Efecto Placebo". Cuando estudiaba la carrera de psicología recuerdo que el efecto placebo lo tratábamos como un efecto distorsionante cuya ocurrencia dejaba en entredicho el valor de lo ocurrido, así muchas veces profesores de una determinada corriente científica comparaban otra corriente histórica de la psicología con el efecto placebo, para restarle importancia.    Pero nunca estudié éste proceso en sí mismo, éste efect