El niño que no quiso crecer

Si el último artículo trataba sobre una niña que no podía crecer, hoy lo hago sobre un niño que no quería hacerlo, y es para decirle adiós.
Michael Jackson se ha ido.
Muchos lo critican por lo estrafalario, por sus comportamientos excesivos y sobre todo a partir de sus problemas con la justicia, ya que en 2003 fué acusado de abusar sexualmente de un menor de 14 años, y aunque fue absuelto de todos los cargos ya sabemos que cuando nace la duda ya es muy difícil erradicarla.
Pero si intentamos mirar con otros ojos, los ojos del tiempo, podemos descubrir parte de lo que se esconde detrás de éste caso, que como casi siempre está el dinero; lo que buscaban estas familias fué aprovecharse de un hombre marcado con una infancia perdida entre ensayos, entre cabinas de música, entre canciones y unos padres y un manager que quisieron sacar tajada de la voz y la magia que fluía de su hijo pequeño. Y si no como que en cuanto les ofrecieron dinero hicieron mutis por el foro. Su infancia provocó que el artista creciera sin estímulos normales, sin el cariño de los que le rodeaban, sólo intereses y trabajo, y los años no le hicieron mayor, le volvieron uraño, solitario y diferente. Y creó su rancho "neverland" (la tierra de nunca, en memoria de una de sus películas favoritas:"El Mago de Oz"), donde intentó crear la infancia que nunca tuvo.
Lo siento de verdad porque creo que estaba volviendo a recuperar su magia, a sentirse con confianza (aunque creo que nunca tuvo mucha), y de nuevo se ilusionaba con volver a pisar un escenario, a enloquecer a masas de jóvenes, y no tan jóvenes, de todo el mundo con un espectáculo que, conociéndole un poco, iba a ser majestuoso, inolvidable, como lo fué el rey del Pop.
Adiós Michael, sólo deseo que en donde estés ahora, hayas encontrado la paz y disfrutes de esa niñez que nunca tuviste...
Pero si he querido recordar a Michael Jackson, también quiero hacerlo con otro icono de mi juventud, que nos ha dejado, Farrah Fawcett Majors, aquella "Angela de Charlie" que con su rubia melena ocupaba toda mi televisión y parte de mis sueños, y parte de mis mejores recuerdos de aquella infancia de juegos, excursiones, de baños en la playa de Almería, de la televisión única, de mi niñez...
Pero si ha habido algo de esta mujer que me ha atraido sobre todo ha sido su coraje hasta el último aliento, incluso quiso grabar sus últimos años, durante el tratamiento del cancer que acabó con ella, con ayuda de su pareja Ryan O´Neal (aquel actor que interpretó "Love Story", y que ha vuelto a revivir aquella historia en la realidad), que aunque pasaban por malos momentos en la pareja, pero que con la llegada de la enfermedad volvieron a unirse, e incluso nos cuenta Ryan que volvió a preguntarle si quería casarse con él (cosa que se la había preguntado en innumerables ocasiones) y a cuya pregunta siempre había encontrado un "no" como respuesta, hasta ésta vez, que le dijo que "sí", me la puedo imaginar, con voz entrecortada, con lágrimas en los ojos, intentando asirse de sus manos, y darle un beso. Y también nos cuenta de su última noche que: "Hablé con ella toda la noche. Le dije cuánto la amaba. Ahora está en un mejor lugar".
Ni siquiera las sonrisas más bonitas tienen disculpa del cielo.
Mal día para sonreir.

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