Por la AMISTAD
La Amistad es uno de esos sentimientos extraños, que nos conmueven y nos encauzan, tiene un poco de todo sin ser nada: es amor sin serlo, es pasión sin parecerlo, es recuerdo, complicidad, compartir y dar. Lo es todo y puede no ser nada.
La amistad, los amigos, no esperan que estés, saben que estarás. Los amigos, no te piden, te dan. Sin duda el amor es bonito, pero más profunda es la amistad.
Ya, en la Grecia Clásica, Homero hablaba a sus discípulos de la amistad, así en su "Lisis o de la Amistad", nos encontramos con la siguiente cita del gran sabio griego, para poneros en situación, Homero habla a Menexenes, un joven con el que trata varios temas como el conocimiento, el respeto y la humildad, el amor y llegado a un punto, le hace la siguiente reflexión:
"- Es lo que voy a hacer. Menexenes, dije yo entonces, responde, te lo suplico, a la pregunta que te voy a hacer. Hay una cosa que yo deseo desde mi infancia, así como cada hombre tiene sus caprichos; uno quiere tener caballos; otro, perros; otro, oro; otro, honores. Para mi todo esto es indiferente, y no conozco cosa más envidiable en el mundo que tener amigos, y querría más tener un buen amigo que la mejor codorniz, el mejor gallo, y lo que es más, ¡por Júpiter! el más hermoso caballo y el más precioso perro del mundo; sí, ¡por el Can! ¡yo preferiría un amigo a todo el oro de Dario, y a Dario mismo; tan apetecible y tan digna me parece la amistad! Y me llama la atención una cosa, y es que, siendo Lisis y tú tan jóvenes, hayáis tenido la fortuna de adquirir tan pronto un bien tan grande, tú, Menexenes, inspirando a Lisis un afecto tan vivo y tan precoz, y tú Lisis, que a tu vez has sabido conquistar a Menexenes. Con respecto a mi, estoy tan distante de tal fortuna, que ni sé como un hombre se hace amigo de otro hombre. Aquí tienes la razón porque te lo pregunto y te lo pregunto a ti, que tienes que saberlo."
La conversación sigue, profundizando en temas relacionados como el amor y el odio, porque del amor al odio hay un sólo paso, ¿pero que hay junto a la amistad? Nada, ni siquiera el olvido. Ella o nada.
Pueden pasar años, la vida dar muchas vueltas, no ser ya quien fuímos, no llegar a ser quien quisimos ser, a lo mejor incluso cambiar tanto que las arrugas delimitan los contornos del rostro y del alma, pero la amistad no cambia, madura como una uva en la parra.
A veces, las nuevas tecnologías nos sorprenden, a mi me han permitido reencontrarme con amigos perdidos, desaparecidos pero nunca olvidados. Y ahora me doy cuenta, de cuánta razón tenía Sócrates al decir:
"... Quizá no han hablado a la ligera cuando han dicho, con motivo de la amistad, que es Dios mismo el que hace los amigos y que atrae los unos hacia los otros. He aquí, poco más o menos, a mi entender, cómo se explican: un Dios conduce al semejante hacia su semejante, y lo hace conocer..."
Gracias a mis amigos, a los que estuvieron y ya no están, a los que de repente vuelven a entrar y aquellos que pasan de vez en cuando como nubes de verano. No os nombro, seríais muchos. A todos, ¡Gracias!. Me habéis enseñado respeto, cariño, comprensión... y amistad, que lo engloba todo.
Dedicado a mis compañeros del colegio Azcona, del Instituto Nicolás Salmerón, a mis amigos de la Tertulia de la Calle Suipacha, del Porti y de mi infancia, en la Calle San Miguel.
A todos, gracias.
Comentarios
("se me figura que decir amigos es decir ternura...")