Changeling

Hoy vamos a hablar de cine. Del bueno, eh!

Sin duda, si hay un director de cine que destaca por la sinceridad de sus películas, por ir más allá, por enfrentarse a la linealidad y al vacío Hollywodinese, ese es Clint Eastwood.

No voy a descubrir nada cuando digo que es uno de esos grandes actores que aún nos quedan, que desencadena una serie de sensaciones cuando lo vemos aparecer en la pantalla, que marca personajes y los hace suyos y de nadie más. Pero creo que es en su faceta de director, cuando estamos descubriendo al genio.

No sólo dirige, que eso sólo ya sería para descubrirse, es que compone la música de sus películas, en muchos casos escribe los guiones, y visita concienzudamente los escenarios y estudia la historia para traernos no una versión de los hechos, sino los hechos mismos, no hace cine de la realidad, hace realidad en el cine.

Nos descubrió un nuevo cine del oeste. El, tan afamado sobre todo gracias a su etapa de actor en películas del oeste, se atrevió a dirigir Sin perdón (1992), un western crepuscular donde nos descubre la sensibilidad del lejano oeste.

También nos ha gratificado con grandes biografías como la del gran saxofonista Charlie Bird Parker en Bird (1988), película sombría, como casi todas las suyas, pero absolútamente íntima y profunda.

De sus últimas películas destacaría dos: Mystic River (2004) donde nos descubre el drama de unos niños cuya infancia se truncó llevándoles a un infierno, impidiéndoles disfrutar de una vida normal, e impulsándoles a sufrir el doloroso estigma del recuerdo. Gran papel de Tim Robbins y de Sean Penn, de cuyos personajes obtiene Eastwood lo mejor, como siempre.

Y como no: Million Dollar Baby (2005) donde nos relata la vida de una joven que aspira a convertirse en una gran pugil en un mundo casi reservado exclusivamente a los hombres, y donde para ello pide la ayuda de un viejo entrenador de boxeo, que parece estar ya a vuelta de todo, distanciado del mundo por culpa de su relación con su hija y donde talvez el destino le depara otra oportunidad... otra vez gran papel de Hilary Swank que le valió un oscar, y el de Morgan Freeman una nominación; donde la música, también compuesta por el polifacético Eastwood nos lleva a climax inolvidables, y donde la película en sí nos sumerge en una vorágine de oscuridad y acción, aunque lo pueda parecer al principio ésta no es una película de boxeo, ni siquiera es una película con trama de acción, es toda ella un mar de sentimientos que terminan envolviéndonos.

Y así llegamos a la película que os quería comentar, vaya preámbulo, eh.

En España la han llamado El Intercambio, "Changelling" en inglés. Sin duda, y como pasa con las películas de Eastwood, entras al cine esperando una cosa, y descubres otra totalmente diferente. No os voy a desvelar nada, por supuesto, además os recomiento encarecidamente que la veais, sin duda no os dejará indiferentes. Además, he buscado la intrahistoria que nos cuenta la película, y ocurrió casi tal cual como nos la cuenta, si acaso modifica un par de personajes para que no interfiriera en la comprensión de la misma por parte del espectador, pero lo crucial, lo verdaderamente importante que nos cuenta la película ocurrió y tal y como nos la cuenta. A mi me provocó en muchos momentos de la cinta un escalofrío que me recorrió el espinazo, sobre todo porque ocurrió de verdad.

Por cierto, las fotos del principio del artículo, se que lo habeis supuesto, pero por si a alguien se le ha escapado, son de la auténtica Christine Collins y de su hijo: Walter

Gran cine, para grandes momentos. No os dejará indiferentes.