Un año sin entrar, un mundo por descubrir

Sin duda, éste más que un blog parece un espejismo, pero el reencontrarme con amigos que me animan, con gente que dice que lo leía, con personas que se que siempre estarán ahí también me añade cierta ilusión por continuar con ésta pequeña obra de comentario, crítica o reseña de lo que acontece en el mundo en todas sus facetas.

En éste último año, bueno exactamente 8 meses, han ocurrido muchas cosas en el mundo, y lo malo es que es difícil encontrar algo bueno, algo que nos haga sonreir: ha habido tsunamis, alarmas nucleares, crisis, paro, miseria, muerte, desolación y lo peor de todo es que estoy convencido que las noticias llegan a la opinión pública mediatizadas, recortadas, edulcoradas por unos intereses superiores, que desde una ventana oculta a la mayoría deciden qué debemos saber y cómo.

Pero si una noticia quiero destacar sobre todas, por la repercusión que va a tener en la historia y probablemente incluso en la humanidad, es la de las revoluciones en los países del norte de África, unas revoluciones promovidas por una conciencia global, por personas anónimas, humildes, estudiantes y trabajadores, que desde sus casas, a través de las redes sociales, han conseguido movilizar a una, hasta ese momento, abúlica población, que se conformaba con las migajas que les dejaban los buitres que gobernaban los paises en cuestión. No hablamos de Dictadores hablamos de corrupciones globalizadas, donde todos los que estaban en los puestos de poder tenían y se aprovechaban de su status para enriquecerse a costa del pueblo, oligarquías cerradas y dominadoras, pero el pueblo ha salido a la calle, se ha manifestado y ha conseguido lo que se proponían: que el poder vuelva al pueblo.

Ahora estamos viendo una revolución en España, han salido a la calle muchos jóvenes que viendo que el futuro se les escapa de las manos salen a reivindicar un sitio en el mundo, una oportunidad y aprovechando el escaparate también se han juntado personas en paro, jubilados y hasta intelectuales que quieren un cambio en el sistema que nos controla. Sinceramente no creo que sean comparables los dos movimientos, el que está ocurriendo en el norte de Africa y el que está ocurriendo en España, pero lo que si es cierto es que los políticos españoles, en plena vorágine electoralista con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, en vez de analizar lo que está ocurriendo y hacer un acto de reflexión, se están intentando aprovechar de éste movimiento para conseguir éste voto reivindicativo, y no sólo hablo de los grandes partidos, que también los demás quieren sacar tajada. Señores, respeten la voz del pueblo y escuchen los gritos, no se queden tan sólo mirando las sombras.

El problema que le veo al asunto es que es un movimiento caracterizado por su anarquía, no tienen una sola voz, ni son un sólo grupo homogeneo, ni una sola hegemonía ideológica, eso les hace perder credibilidad y tal vez apoyo social. Para poder superar éste handicap creo que necesitarían presentar una serie de propuestas verosímiles, creíbles, aunque sean utópicas, por que la utopía también es una forma de esperanza, propuestas que se deberían presentar ante los ámbitos legales ordinarios, propuestas que deberían de hacernos reflexionar, propuestas en todos los ámbitos: Político, jurídico, social... Me alegro que los jóvenes se reivindiquen, que demuestren que no sólo son la generación NINI, que son algo más y que quieren algo mejor para el futuro. Y espero que consigan algo, que éste movimiento tenga una trascendencia, que no se quede todo en un movimiento puntual, por que mis hijos, que todavía son pequeños, el día de mañana estoy seguro que tendrán oportunidades laborales, sociales y personales en función de lo que consigan, de lo que consigamos entre todos éstos días.