Terremoto en Haiti

Hola a todos, amigos. Siento haber estado tanto tiempo sin dar señales de vida, pero entre unas cosas y otras parece que el tiempo se nos escapa entre los dedos y, valga la redundancia, no tenemos tiempo para nada. Parece mentira, en un momento el ser humano es capaz de destrozar cualquier análisis previo que se haga del mismo, y es que podemos ser lo mejor y también lo peor en un momento y todo a la vez, y para botón de muestra lo que está ocurriendo alrededor de éste hecho tan luctuoso y terrorífico que ha sido el terremoto de Haiti. Si bien es cierto que el mundo entero se ha hecho eco de el horror que están viviendo en la isla caribeña, y parece que todos al unísono hemos hecho fuerza común para ayudarles en éstos momentos tan terroríficos, también es cierto que existen casos de gente que intenta aprovecharse de la situación en beneficio propio, como por ejemplo las personas que está yendo a la isla con la intención de llevarse a niños pequeños que vean indefensos, perdidos, que vean deambular por la isla, que parezca que han perdido a todos o casi todos sus familiares y así nadie pueda reclamarles después, pues bien, según las noticias que aparecen en los medios de comunicación éstos grupos organizados los están captando para, según ellos, facilitar su adopción a cambio de dinero, pero como también conocemos casos de tráfico de órganos, de prostitución infantil, de trata de blancas el tema se convierte de absoluta prioridad tanto para las autoridades como para la sociedad en general. No entiendo a ésta gente sin escrúpulos, por supuesto me parecen fuera de toda lógica llegar a esos extremos de inhumanidad, pero también me parece increible que haya gente que se preste a éstos juegos, facilitando las infraestructuras o bien aceptando adoptar a un niño en éstas circunstancias, o pagando para obtener los servicios de niños indefensos. No me considero más papista que el papa, ni más bueno que nadie, simplemente quiero hacer público mi grito de incomprensión y desvelo porque quien nos asegura que ésto no vaya a más, que las mafias que actúan así no puedan llegar un día a la puerta de tu casa y hacer contigo o con los tuyos lo que hacen con los demás. También en éstas situaciones ocurren hechos dramáticos e incomprensibles, como el caso de los bomberos españoles que descubrieron a una mujer que estaba enterrada entre los escombros de una casa y que cuando estaban apunto de alcanzar el nivel donde se encontraba tuvieron que huir del lugar obligados por miembros de la ONU porque se escuchaban tiros cercanos y sus propias vidas (las de los bomberos) podrían correr peligro. Y además nadie parece estar a salvo de ésta marea de descontrol y desconcierto. Hace pocas semanas salió a la luz otro caso de violaciones sistemáticas y abuso de sacerdotes en los años 50 y 60 en colegios religiosos en Alemania, y ahora tenemos en todos los medios de comunicación el caso del sacerdote de varios pueblos de la mancha que se ofrecía en páginas de contacto para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, y que encima se había apropiado de un cuadro de gran valor y al parecer lo había subastado o vendido por internet... vamos, si es que nadie está a salvo. Dios mio, vivimos en un mundo que está muy, pero que muy loco...

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