Afan de protagonismo

Ante todo pediros disculpas por este lapsus de tiempo desaparecido, y ni siquiera puedo argumentar en mi defensa que ha sido desaparecido en combate... aunque bien pensado, no hay mayor combate que la vida diaria. El otro día leí la historia del matrimonio que se había colado en una recepción de la Casa Blanca así, por las buenas, y tan sólo con un discutible afán de protagonismo. Siempre he pensado que los americanos son en la actualidad lo que los romanos en la época de Cristo, los precursores de todo, y como decían los irreductibles galos: "están locos estos romanos". No hacía ni un mes que nos habían sorprendido con un globo volador con un supuesto niño pequeño dentro, que movilizaron a medio país en busca del dichoso globo y del niño de marras, y que luego, para sorna y bochorno global resulta que todo fué una farsa para salir en los medios; pues bien, ni un mes después nos vienen con ésto: con esta pareja recién salida del horno, todavía calentitos, con sonrisa bobalicona de triunfo, pasando como si tal cosa por todas las puertas de la Casa Blanca (que yo siempre me las he imaginado como las puertas del Super Agente 86, el famoso Maxwell, os acordais, que se iban abriendo puertas y más puertas hasta que al final caía por el hueco de una cabina de teléfonos en un pasillo muy largo, pues yo me imaginaba la Casa Blanca igual) pero cual mi sorpresa cuando las puertas de la Casa Blanca son como las de los 7 enanitos, que siempres las dejan abiertas para que entren niñas perdidas y brujas con manzanas envenenadas. En fín, que se caen los mitos. Yo no se si reir o llorar, tan aburridos estamos, tan poco sentido tienen nuestras vidas que tenemos que dedicarnos a hacer barrabasadas para salir en los medios o en la tele, tan importante es salir en la tele. Sin duda los tiempos evolucionan, antes era importante defender causas benéficas, o estar contra la guerra, ahora lo es salir en la tele, o que nos filmen las 24 horas para salir en internet y que nos vea el mayor número de gente posible, nuestra intimidad tan sólo sirve para mancillarla. Y que pensarán sus hijos... probablemente se sentirán orgullosos de sus padres, y estarán deseando tener su propia oportunidad de gloria, porque al fín y al cabo cual será su objetivo en la vida... pues salir en la tele, claro.

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