whitney houston, las estrellas nunca mueren

Aún cariacontecido por el reciente fallecimiento de ésta gran artista, me pregunto cómo puede ser, hasta los iconos se nos escurren de las manos en éste tiempo de desvarío y hecatombe. Sin duda, el dolor por la muerte de los grandes artistas aún es más intenso cuando ésta se produce en una mujer bella, joven y con una voz que atravesaba los sueños. No hay palabras, así que me vais a perdonar si utilizo la Elegía que le recitó D. José Zorrilla durante el entierro en el camposanto de D. Mariano José de larra, que en éste caso viene como anillo al dedo:
Ese vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana;
vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana.
Acabó su misión sobre la tierra,
y dejó su existencia carcomida,
como una virgen al placer perdida
cuelga el profano velo en el altar.
Miró en el tiempo el porvenir vacío,
vacío ya de ensueños y de gloria,
y se entregó a ese sueño sin memoria,
¡que nos lleva a otro mundo a despertar!
Era una flor que marchitó el estío,
era una fuente que agotó el verano;
ya no se siento su murmullo vano,
ya está quemado el tallo de la flor.
Todavía su aroma se percibe,
y ese verde color de la llanura,
ese manto de yerba y de frescura
hijos son del arroyo creador.
Que el poeta, en su misión
sobre la tierra que habita,
es una planta maldita
con frutos de bendición.
Duerme en paz en la tumba solitaria
donde no llegue a tu cegado oído
más que la triste y funeral plegaria
que otro poeta cantará por ti.
Éste será una ofrenda de cariño
más grata, sí, que la oración de un hombre,
pura como la lágrima de un niño,
¡memoria del poeta que perdí!
Si existe un remoto cielo
de los poetas mansión,
y sólo le queda al suelo
ese retrato de hielo,
fetidez y corrupción;
¡digno presente por cierto
se deja a la amarga vida!
¡Abandonar un desierto
y darle a la despedida
la fea prenda de un muerto!
* Poeta, si en el no ser
hay un recuerdo de ayer,
una vida como aquí
detrás de ese firmamento...
conságrame un pensamiento
como el que tengo de ti.
ELEGÍA RECITADA POR D. JOSE ZORRILLA EN EL ENTIERRO DE D. MARIANO JOSÉ DE LARRA, QUE SE SUICIDÓ POR EL AMOR DE UNA MUJER, TAL DÍA COMO HOY HACE 175 AÑOS (1837).
Descanse en Paz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

STANLEY FORMAN (1976). Fotografías que cambiaron el mundo.

El misterio de Miguel Mañara

YASUSHI NAGAO (1960). Ideología y muerte.